Ir al contenido principal

Protesta en Sevilla, por lo realmente importante

Bajan por la calle con el ánimo acalorado, portan sus estandartes, pancartas y vestimentas que les identifican. El griterío ensordece el ambiente, esto no se puede consentir, conmigo no van a jugar esos ricachones. La camaradería es ejemplar, alguien grita consignas tras un megáfono, para enardecer las almas de los convocados. La policía mira y vigila, pero no debe hacer nada, no es necesario, no hay problemas, parece una protesta pacífica.

La multitud se aproxima a su destino, hay periodistas que cubren la noticia que supone que tanta gente se movilice por lo que considera justo, para que no pisoteen sus sentimientos y sus tradiciones, hay cosas que no se pueden tocar.

Hay alguno, entre los convocados, que no puede aportar más que los gritos, no tiene ni para poder comprar un palo para hacer una pancarta para la protesta, que se le va a hacer, ha tenido mala suerte y no le queda más que aguantar y pensar en como sobrevivir, con la ayuda de mierda que le queda tras agotar la mísera prestación que cobraba hasta hace un par de meses.

Junto a él camina con cara de indignación una joven huérfana. Ha perdido a su padre en la sala de espera del hospital, indignada se queda pero entiende lo que pasó, no hay médicos suficientes para atender a todos los pacientes que llegan a las puertas del centro hospitalario, este perro mundo no da abasto para tanta desgracia. Intentará que le reparen el daño claro, pero es que no se puede hacer otra cosa que indignarse.

Casi se traga un cámara la chica con el ojo morado. Cabizbaja, comenta con quien le quiere preguntar que la mala suerte dio con un cacharro de la cocina en el ojo la otra mañana mientras limpiaba, entre tanto, no deja de buscar aprobación del recio semental que la acompaña a voz en grito por cada paisano que se interesa por su ojo. Cuando no debe justificar lo del ojo grita que su corazón no se vende, el dinero no vale el precio que ponen.

Dentro de toda la enormidad de la comitiva hay un pequeño grupo de hombres de mediana edad que no dejan de comentar los últimos envites de la actualidad. Qué poca vergüenza la subida de los carburantes, vaya chapuza lo de la educación, ahora nos toca pagar lo de los bancos, qué ruina este país que nos ha tocado. Sin embargo se sienten unidos y con fuerza van a defender sus derechos y aquello que consideran justo frente al atropello del dinero.

Llega la comitiva a su destino entre gritos acompasados y frases pegadizas a modo de protesta, llega el momento de que el señor tras el megáfono lea el manifiesto de la protesta y haga valer el sentimiento popular y lleve justicia donde no la hay, por fin llegan al Sánchez Pizjuán. Una gran masa de sevillanos se moviliza para que su club no se venda a una sociedad de capital extranjero. 

Por una vez, una parte de los españoles han dejado a parte sus problemas para unir fuerzas por lo que de verdad importa, por la titularidad de un equipo de fútbol. Ese equipo que no deja de ser una sociedad anónima, una empresa que no reparte beneficios a los aficionados, una sociedad que seguirá siendo un equipo de fútbol, que seguirá jugando en la liga, y que tendrá como estadio local el mismo de las últimas décadas.

El pueblo español es muy visceral, de vez en cuando, podemos transigir con casi cualquier injusticia, pero que no toquen el fútbol, aunque no nos beneficie, es lo más importante. No protestaremos por un sistema sanitario de calidad, para eso están los médicos, ni para un sistema de pensiones asegurado, para eso están los pensionistas, ni para luchar contra la violencia machista, para eso están las mujeres maltratadas…..

No podemos atender a todo, dejemos los problemas a un lado, porque hay que conseguir que un equipo de fútbol siga siendo de titularidad española. Eso si, lo que puedan deber a la seguridad social que no se lo exijan, ni las deudas, ni cosas parecidas, que son los que nos tienen que dar el entretenimiento cada fin de semana, ya pagamos nosotros sus deudas con el fisco y la sociedad. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuidado con los perros

   Tened cuidado gente de bien de Montijo, no vayáis a cruzaros con algún desalmado de esos que llevan un perro al final de una correa, pues os podéis ver infectados por cualquier tipo de enfermedad o ensuciaros nada más ver pasar a uno de esos engendros.    Es por todos sabido que no van dejando más que basuras por la calle, a parte de apestosas deposiciones, si bien hay quien se encarga de cada mierda de su perro.    Aunque hay sitios donde no pueden entrar los perros, si es verdad que los hay donde estos seres peludos tienen vetada la entrada, ¿por sanidad?, ¿Higiene?, parece que son estas las razones por las que no se les permite entrar, o estar, depende de que sea un establecimiento o un espacio público. En el primer caso no hay objeción, si el dueño no es amigo de dejar entrar con animales, no se le va a obligar, no voy a pedir libertad al precio de quitársela a otro. En el caso de los espacios públicos, es curioso que no se les deje entrar por esos...

Viajando Solo

   "Al principio de todo viaje existe una preparación y unas expectativas, lugares, cosas que hacer, en fin un montón de proyectos por venir.     En mi caso siempre me ha fascinado todo lo que no he visto antes y este viaje consiste en cada dia descubrir una cosa nueva, un detalle, una forma de ver distinta.     Dada tu experiencia, me fuiste recomendando sitios que ver, cosas que hacer en cada lugar, también algunas de esas cosas que no todo el mundo sabe, y que solo da el haber viajado. Bien saben Dios y los hombres que no todos esos consejos los acepté de buen grado, queriendo yo saber más que tú, y descubrir todo por mi mismo. El tiempo te ha dado la razón, hay cosas que se saborean mejor sabiendo de antemano el camino a tomar. Habiendo llegado ya a la edad en la que empezabas a contar conmigo para tu viaje, entiendo que no hubo ánimo de control o de hacer tu mi viaje, sino que para tí era un lugar de esos maravillosos preparar conmigo mi viaje, q...

En Navidad

     Esa mano ya no tenía fuerzas, Roberto vio como su madre le indicaba que abriera el cajón de la mesilla. Era un trozo de madera, como un retrato, pero todo de madera.      -Quiero que lo vendas, donde quieras, en una tienda, internet, como quieras pero véndelo cuando me haya ido -fue lo último que le dijo su madre.      El Perpetuo Socorro, siempre le había impresionado, pero esa noche se veía más sombrío de lo que lo percibía de costumbre, sin duda, pensó, el sonido del tubo de oxígeno y la oscuridad de la madrugada hacía aquella noche más tétrica, y mientras pensaba esto,  sonó el pitido que confirmaba la muerte, y otra vez, y otra vez…… un momento, no era eso, era el timbre de la puerta.       Estaba de nuevo en casa, en Montijo, veía las cigüeñas en el campanario de la iglesia de San Pedro a través de las ventanas, la mañana de Navidad llegaba tras ese sueño otra vez. Un año hacía desde que se apagó la ...